¿Cuánto comen las ballenas? Un misterio que ha sido descubierto

Es una curiosidad saber cómo se alimentan las ballenas barbadas (como las ballenas jorobadas y ballenas azules) término que se le da a aquellas especies que no cuentan con dientes como las orcas o también conocidas como ballenas asesinas, sino que cuentan con pelos rígidos a lo largo de la mandíbula que les ayudan a filtrar el agua y atrapar el alimento.

Para conocer cómo y cuánto consumen de alimento estos grandes animales del océano, debemos saber que, por ejemplo, las ballenas jorobadas cuentan con un sistema de alimentación conocido como alimentación con red de burbujas, las cuales les ayudan a atrapar los pequeños organismos como el krill, el zooplancton, arenque, entre otros, que se levantarán en masa por estas burbujas para luego ser devoradas por la ballena.

Además, estas especies se alimentan por temporada y muy poco cuando se encuentran migrando. Ahora la pregunta es: ¿cuánto comen las ballenas? A continuación te lo explicaremos.

Según expertos de NatGeo es difícil conocer con exactitud cuánto consumen en alimento las ballenas, ya que algunas especies comen con voracidad por algunos meses y luego ayunan por el resto del año, haciendo así que sea complicado hacer un seguimiento de la frecuencia de consumo de estos animales.

Sin embargo, Matthew Savoca, quien es miembro postdoctoral de la Estación Marina Hopkins de la Universidad de Stanford, en California Estados Unidos, y además explorador para National Geographic explica que, la cantidad de alimento que consumen estas especies está relacionada con la cantidad de heces que defecan.

Por ello, para conocer un estimado de las cantidades que devoran estos grandes marinos, se procedió a marcar y rastrear un total de 321 ballenas de 7 especies de barbas en las zonas de los océanos Atlántico, Pacífico y Antártico. Estos dispositivos contaban acelerómetros, magnetómetros, sistemas de GPS, sensores de luz, giroscopios y cámaras adheridas al lomo de las ballenas con un pegamento especial, se puede decir que estos dispositivos son como nuestros teléfonos celulares que son capaces de decirnos cuántos pasos damos al día, sucede lo mismo para las ballenas con la información que arroja esta tecnología. Ahora bien, estos dispositivos podían medir cuántas embestidas hace una ballena y a qué profundidad.

Adicionalmente, el equipo científico usó drones para medir el tamaño de las bocas de las ballenas y así calcular el volumen de agua que capturaban con cada embestida, además de sonares para medir la densidad del krill en la zona de alimentación para conocer cuánto podría tragar una  ballena. 

Luego de diversas observaciones y conclusiones de las ballenas barbadas, el estudio pudo estimar que, por ejemplo, una ballena azul puede llegar a consumir una media de 16 toneladas diarias de alimento, es decir, 3 veces más de las que los expertos anteriormente creían, significando que estas ballenas podían llegar a comer una cantidad equivalente entre el 5% hasta el 30% de su peso corporal en krill diariamente.

 

La relevancia en la alimentación y cuidado de las ballenas

Debemos destacar la importancia de este estudio por resaltar el papel importante que juegan estos animales en el ecosistema marino, ya que las ballenas se encargan de transportar nutrientes como el carbono, nitrógeno y hierro a lo largo del océano a través de sus heces que, a su vez, ayudan a estimular las nuevas formas de vida. Con esto, es necesario concientizar a la población humana del compromiso que debemos tomar para la supervivencia de estas especies fundamentales que incluso, ayudan a aliviar los efectos del cambio climático.

Es crucial aplicar soluciones que permitan el correcto ciclo de vida de estas especies, por ejemplo, restricciones en las embarcaciones de puertos como restricciones de velocidad, rutas de navegación, entre otros. Así como también, medidas de mitigación del impacto ambiental que tiene la pesca industrial.

Estos animales afortunadamente han ido recuperando el número de ejemplares en sus poblaciones, sin embargo, será solo posible su conservación si la actividad minera y desarrollo industrial cumplen con normas que sean capaces de no comprometer la vida de estas y más especies terrestres y marinas.

Ahora bien, actualmente existen compromisos por parte de las industrias mineras y portuarias por convivir con el medio ambiente y el desarrollo económico y social de las comunidades. Un avance que debemos destacar es el de la iniciativa Blue Boat Initiative que cuenta con tecnología que permitirá el tránsito de embarcaciones y el cuidado y conservación de especies marinas como los cetáceos mediante el rastreo, por ejemplo, dando aviso oportuno a estas naves sobre la presencia de dichos animales.

En Chile contamos con diversas zonas donde las ballenas vienen a alimentarse y estar, por ejemplo, en el Norte de Chile, donde se ubica la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt se encuentra Chañaral, una localidad ubicada en la comuna de Freirina, Región de Atacama, a unos 140 kilómetros de La Serena. En este pueblo, podemos encontrar la isla Chañaral de Aceituno, donde se pueden observar ballenas como la ballena azul y jorobadas, entre noviembre y abril debido a la corriente de Humboldt.

Y con lo anterior, debemos conservar la presencia de estas especies en nuestro territorio, en especial en el núcleo del Norte Chico, encontrando medidas en conjunto con empresas para propiciar el desarrollo económico, social y turístico reduciendo el impacto en los ecosistemas naturales que nos rodean. Actualmente se conoce que proyectos mineros y portuarios se encuentran en el diálogo con las comunidades y en la búsqueda de tecnología que permita la sostenibilidad de las actividades y la vida animal que habita en las proximidades de estos proyectos, para cumplir con las demandas sociales y ambientales que tanto Chile y el mundo necesitan.

5 1 voto
Article Rating
Suscribir
Notificar
guest

0 Comments
Comentarios En Contexto
Ver todos los comentarios
0
Nos encantaría saber tu opinión, por favor comenta.x